Combinando imágenes y texto en las proporciones adecuadas, puedes generar un material perfecto para tu tienda online.
Para conseguir lanzar un comercio electrónico es necesario llevar a cabo una amplia lista de tareas relacionadas con marketing, publicidad y todo aquello que tenga que ver con dar a conocer un negocio. Comenzar una andanza por Internet no es nada fácil, pero si se sabe sacar partido de las herramientas adecuadas, es más que posible conseguir buenos resultados en muy poco tiempo.
La red de redes es un lugar repleto de competencia. Por mucho que una tienda online tenga un porvenir bastante prometedor, si no se sabe tratar con los mecanismos del ámbito digital, es muy difícil que se alcance una rentabilidad adecuada. A diferencia de en los establecimientos tradicionales, aquí debes pelear con una cantidad de rivales mucho más elevada; pero sobre todo tienes que buscar la forma de hacerte notar, de transmitir al público qué eres, qué haces y por qué tú sí vales la pena como lugar para sus compras.
Hay muchas maneras de dar a conocer un negocio, cada una con un público objetivo distinto y unas propiedades que la hacen más adecuada a según qué formatos; sin embargo, una muy buena fórmula para lanzar una gran cantidad de información sin saturar al receptor es la infografía. Apoyada en el lenguaje visual y el texto, se convierte en una forma comunicativa realmente efectiva cuando se quiere desgranar un contenido y aportar una gran cantidad de información de forma rápida, concentrada y efectiva, sin llegar a hacer que el espectador pierda interés.
¿Qué es una infografía?
Su nombre ya da pistas de lo que es. Una infografía es un formato que combina el uso de imágenes estáticas, con un alto contenido explicativo y, sobre todo, fáciles de entender. Cuenta con textos que ayudan a enriquecer las explicaciones y definiciones que pueda haber, pero el grueso del mensaje siempre reside en el lenguaje visual, en lo que transmiten las imágenes.
Sirve para contar historias o permitir la visualización rápida y directa de grandes cantidades de información. Además, es la mejor forma de llegar rápidamente a una cantidad de público tremendamente elevada. Un buen diseño, que sepa equilibrar la cantidad de ilustraciones o imágenes con las cantidades de texto adecuadas, consigue tener un grado de atracción que, aderezado con ciertas nociones de estética y diseño, sirve para atraer las miradas del lector.
¿Cómo se hace una infografía?
Lo principal y absolutamente necesario es establecer un esquema con los contenidos a tratar en ella. Es totalmente conveniente recopilar toda la información y estructurarla en una serie de puntos de la forma más esquematizada posible, ya que el fin es lanzar los datos apoyándose sobre todo en lo visual antes que en lo escrito.
Se deben usar definiciones cortas, un lenguaje conciso y fácil de entender. En ocasiones será el texto el que se encargue de transmitir la información y en otras un acompañamiento para ofrecer datos adicionales.
Evidentemente, es necesario contar con herramientas de diseño gráfico, utilidades de dibujo vectorial que sirvan para realizar contenidos con predominancia de colores planos. Ilustraciones simples y en cantidad, pero que nunca saturen el formato copando hasta el último rincón. También hay lugares en internet repletos de plantillas con las que crear tus propias infografías de forma completamente gratuita.
En caso de no tener nociones de diseño o no contar con un departamento de marketing o artes gráficas, lo mejor es acudir a una agencia de diseño. Los equipos de profesionales que se reúnen en ellas pueden aportarte ideas, asesorarte o dar forma a una infografía perfecta para la difusión de contenidos a través de internet.
¿Por qué es recomendable usar una infografía?
Numerosos estudios han demostrado que, cuando somos niños, aprendemos antes a asociar una imagen con su significado que a entender un lenguaje escrito. Nuestro cerebro está preparado para procesar los elementos visuales a una velocidad infinitamente mayor que con un texto (unas 50.000 veces más rápido). Todo esto, además, viene dado porque la mayoría de información que pasa por nuestro cerebro, un 90%, suele provenir de lo visual.
Las facilidades y las preferencias que tenemos por consumir contenido visual han hecho que internet se convierta en un lugar donde este formato sea el favorito. Como prueba de ello tenemos las redes sociales. Repletas de posts de diferentes usuarios, solo aquellos que cuentan con imágenes, vídeos u otras tantas variantes logran una mayor interacción y, por tanto, número de impresiones. En el caso de Facebook, por ejemplo, todos los contenidos que van acompañados de una imagen logran conseguir un 90% más de interacciones de usuarios.
Incluso dentro de esta parcela de publicaciones, las infografías tienen a su favor que se comparten incluso más que cualquier vídeo o imagen corriente. Al gozar de un gran potencial informativo, tener un potente estudio tras su elaboración y la capacidad para ofrecer gran cantidad de datos de forma clara y esquemática, son un tipo de contenido fácil de entender y amigable para el usuario.
Recurriendo a este formato con cada vez más adeptos, cualquier comercio online puede conseguir un mayor impacto al facilitar la asimilación de conceptos. Da igual que la cantidad de información a exponer sea elevada o incluso esté cargado de datos complejos. Mediante unos buenos diagramas, una esquematización absoluta y el uso de las imágenes adecuadas, es posible no solo convertir tu mensaje en algo interesante, sino también en algo atractivo.
Lograr esto no hace más que mejorar el valor de tu marca, como también una difusión más elevada de lo normal. Se consigue un resultado triple que afecta al branding, a la visibilidad y a la información. Das a conocer tu negocio, tienes la ocasión de explicar lo que haces y, si haces un buen trabajo, logras que el público valore la calidad de tu infografía.
En caso de querer hacer un importante movimiento de cara a una promoción especial, unas rebajas, o simplemente recordar al mundo por qué tu tienda online merece ser su destino para comprar, ten muy en cuenta las posibilidades del material infográfico.