El growth hacking es una estrategia de mercadotecnia usada, sobre todo, en start-ups. La estrategia combina la capacidad analítica, curiosidad y creatividad de los creadores para hacer crecer el número de usuarios de la start-up.
El growth hacking y las capacidades de los que lo aplican
Los que desarrollan esta metodología se hacen llamar growth hackers. Que equivaldría a «hackers del crecimiento». Estas son las habilidades que necesitan para desempeñar la tarea con maña.
- Capacidad analítica. Debe ser alguien que lo analice todo. Que tenga sus métricas bien estudiadas y siempre esté buscando más datos para analizarlos y crear una imagen general de cómo funciona todo. Es consciente que pueden surgir problemas inesperados y que haya elementos que funcionen o fallen por factores externos, de los que no se explican a primera vista. Aún así, es su trabajo estudiarlo en profundidad.
- Curiosidad. Cuando el análisis anterior falla no hay que quedarse en «algo ha ocurrido por causas externas que no puedo controlar». Hay que tener esa curiosidad por buscar por qué ocurren las cosas y mejorarlas. Por ejemplo, averiguar por qué se ha dado de baja de un suscriptor. Quizá ese sea el primero de muchos. Hay que llegar hasta el por qué de eso. Se han de saber las razones para mejorar. También en los casos positivos, como en nuevos registros. Hay que buscar optimizar la estrategia de marketing.
- Creatividad. Las campañas de publicidad creativa son caras. El marketing en sí es caro. No se puede uno publicitar a coste 0 y esperar que eso tenga un buen crecimiento. Pero se puede intentar ser creativo para hacerlo a un coste mínimo.
- Otras capacidades. Es una persona con conocimientos en distintas áreas. No es un programador, no es un diseñador, no es un especialista en ventas, sino que suele conocer un poco de todo y estar especializado en ciertos aspectos. Sabe de métricas web y de redes sociales.
Técnicas de growth hacking
- Gamificación. Consiste en crear pequeños juegos dentro de la red. Fomentan que los usuarios participen en la plataforma y la mantienen viva. También aportan muchos datos a la start-up.
- Freemium. Consiste en ofrecer una versión gratuita de tu producto, pero con ciertas limitaciones. Si esas limitaciones son un impedimento para el uso completo de la experiencia del producto puede que el cliente esté dispuesto a pagar y tener acceso a la versión premium sin esas restricciones. Los mayores ejemplos de esta técnica son Dropbox, que es uno de los reyes del growth hacking (limita el espacio) y Spotify, que emite anuncios entre canciones.
- Ventajas al referenciar el producto a terceros. Por ejemplo, Dropbox ofrece más espacio a quienes recomienden la aplicación a su amigos. Hotmail también ofrecía servicio gratuito a otros mediante invitación. Con esto la start-up gana nuevos suscriptores y a la vez fidelizan a los antiguos.
- Invitaciones exclusivas. Cuanto más exclusivo es algo más gente lo quiere y lo necesita. Es el quiero y no puedo y eso le viene bien a la estrategia de growth hacking. Aquí tendríamos a Ello, la red social contraria a Facebook. Vero, la contraparte Instagram y Drip, que por el momento solo tiene betatesters de su servicio y una gran cola de gente esperando a que abra a más personas.