Más allá de elegir entre un hosting o alojamiento gratis o de pago, vamos a ver qué tipos de hosting existen. Sobre todo en cuanto a su funcionamiento y sus posibles ventajas. Adelantamos que quizá la mayor diferencia sea entre los hostings compartidos y los dedicados.
Tipos de hosting: alojamiento compartido vs alojamiento dedicado
Qué es el hosting
El alojamiento o hosting no es ni más ni menos que el lugar donde está una página web. Para comprender bien el concepto diremos que se trata de un ordenador (alojamiento dedicado) o de una parte de un ordenador (alojamiento compartido).
Alojamiento compartido
El alojamiento compartido es como un bloque de pisos. El edificio completo es el servidor. Cada uno de los apartamentos son las carpetas de ese servidor en donde viven (se alojan) las diferentes páginas web.
Dentro de los tipos de hosting, el compartido tiene los mismos problemas que un edificio antiguo: puede que el ascensor nunca llegue porque tiene mucho uso o que la electricidad se estropee por exceso de voltaje o que internet no llegue a tu casa porque alguien te roba ancho de banda. Los hostings gratuitos siempre son compartidos. Por su parte, los hostings compartidos de pago son más baratos.
El mayor problema en estos tipos de hostings es que, como en ese gran edificio de apartamentos, si una de las webs con las que compartes alojamiento consume mucha RAM o exige demasiado a la CPU, la tuya (y las demás) funcionarán más despacio.
Alojamiento dedicado
Siguiendo con el ejemplo de las viviendas, un alojamiento dedicado sería, dentro de los tipos de hosting, como un chalet de dos plantas con parcela, piscina y cancha de baloncesto. Tú lo diseñas como quieres, consumes lo que consideras y nadie hará que tu web vaya más lenta. Tienes tu ordenador individual y nadie puede tocarlo. Si en algún momento necesitas más espacio, porque has conseguido un montón de visitas o porque necesitas meter más productos en tu tienda, puedes comprar más RAM.
En este caso, lo que compras cuando compras un hosting dedicado es un ordenador que está en los locales de la compañía que te lo vende. Ellos lo cuidan, pero tú tienes que montarlo. En muchos casos esas mismas compañías te ofrecen montar y mantener tu web. A cambio de un precio, claro está. Hablamos en este caso de un hosting gestionado.
Como el servidor es tuyo, puedes alojar en él tantas webs como quieras.
Tipos de hosting: alojamiento virtual y alojamiento cloud
Alojamiento virtual
Tu web se alojará en una máquina virtual que funciona dentro de un servidor compartido. Cada una de esas máquinas virtuales cuenta con un sistema operativo propio. Además, usa recursos compartidos del servidor, como la RAM o la CPU. Te da un espacio propio independiente pero la máquina no es tuya en exclusiva.
Servidores Cloud
Tu web se alojaría en un cluster de servidores (un conjunto de ordenadores en red que se comportan como una única máquina). Solo pagarías por los recursos que efectivamente consumieras. Se trata de uno de los tipos de hosting más recientes. Es barato, pero incorpora el problema de la seguridad, ya que tus datos quedan expuestos ante otros usuarios de la misma red y ante los administradores del sistema.
Nosostros somos expertos en hosting. Si te queda alguna duda, ponte en contacto con nosotros y estaremos encantados de ayudarte.